domingo, 31 de enero de 2010
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"El arte es una empresa que debe ser recuperada por sus tranbajadores"
Marcelo Expósito
2
“Porque en el fondo, uno ama al mundo
a partir de la certeza que este mundo
triste mundo
convertido en campo de concentración,
contiene otro mundo posible.
O sea, que el horror
está embarazado de maravilla.”
EDUARDO GALEANO
sábado, 30 de enero de 2010
jueves, 28 de enero de 2010
MONSANTO: PESTICIDAS CONTRA EL HOMBRE
PELICULA DEDICADA A LA EMPRESA MONSANTO PRODUCTORA DE PESTICIDAS Y DENUNCIADA POR MILES DE PERSONAS POR INTENTAR ASESINAR LENTAMENTE A LA POBLACIÓN. RECORDEMOS QUE EL 90 POR CIENTO DE TODO EL MUNDO UTILIZA LOS PRODUCTOS DE LA EMPRESA... Y QUE ESOS ALIMENTOS LUEGO SON CONSUMIDOS POR LAS PERSONAS.
lunes, 25 de enero de 2010
Chile: cerradas alamedas
En su postrer discurso, mientras resistía arma en mano al fascismo, Salvador Allende decía que “más temprano que tarde volverían a abrirse las alamedas por las que transitarían los hombres libres para hacer una sociedad mejor”. Ha transcurrido mucho tiempo desde entonces.
Décadas de férrea dictadura militar, secuestros torturas y desapariciones forzadas de personas que permanecen impunes en otras cosas gracias a la claudicación pactista de la elites políticas. El legado del tirano Pinochet sanguinario y simulador sembró la semilla del egoísmo. No sólo supo destruir la trama de solidaridades básicas, sino implantar el miedo y la indiferencia desarticulando la sociedad.
Los veinte años de gobierno de la concertación socialcristiana y socialdemócrata no alteraron en lo esencial, los fundamentos de la colosal brecha entre ricos y pobres. Además hasta brindaron el patético espectáculo de la saña represiva contra los estudiantes y los indígenas.
Ahora Piñera un claro exponente del neoliberalismo se encarama en el trono de la mano del sufragio popular.
Toda una paradoja en pleno siglo XXI. No sólo no se abrieron las alamedas en Santiago al otro lado de Los Andes, sino que un magnate se jactará a sus anchas de sus transacciones que incluyen la vida de millones que continuarán padeciendo el escarnio.
Carlos A. Solero
casolero_1@hotmail.com
Haití de las catástrofes políticas a las humanitarias
Las imágenes que llegan desde Haití por diversos medios muestran la magnitud del desastre, pero a la ya desastrosa situación provocada por factores meteorológicos deben añadirse los desatinos que generan continuos enfrentamientos entre la población famélica, desesperada de acceder a los alimentos, el agua y la atención sanitaria.
Frente a esta caótica situación el despliegue militar de la principal potencia planetaria (EE UU), es hasta el momento el más patético de los aportes que no hace sino multiplicar las situaciones de violencia contra los más desposeídos.
Entre tanto la elite dominante en la isla caribeña, asociada con sus capitales al imperialismo norteamericano, de la que es socia menor y servidora ha emigrado a tierras firmes del Imperio abandonando a su suerte a millones de hambrientos.
Haití, población y territorio mancillado históricamente por las potencias coloniales como Francia que obligó a ese pueblo a pagar en oro y hasta 1945 su “independencia”, hasta EE UU que la ocupó militarmente durante dos décadas.
Opresión continuada y atroz del clan Duvalier Para Doc y Baby Doc, golpes Estado, invasiones y expoliación.
Haití un espejo de aumento que muestra el sometimiento de los pueblos al capital y sus miserias. Sólo la solidaridad activa puede atenuar la dimensión de estas crisis que nos involucran más allá de toda distancia.
Carlos A. Solero
casolero_1@hotmail.com
sábado, 16 de enero de 2010
SOBRE HAITÍ II
La lección de Haití
“…La tragedia conmueve de buena fe a gran número de personas, en especial las de carácter natural. Pero tal vez muy pocos se detienen a pensar por qué Haití es un país tan pobre. ¿Por qué su población depende casi en un 50 por ciento de las remesas familiares que se reciben del exterior? ¿Por qué no analizar también las realidades que conducen a la situación actual de Haití y sus enormes sufrimientos?
Lo más curioso de esta historia es que nadie pronuncia una palabra para recordar que Haití fue el primer país en que 400 mil africanos esclavizados y traficados por los europeos se sublevaron contra 30 mil dueños blancos de plantaciones de caña y café, llevando a cabo la primera gran revolución social en nuestro hemisferio. Páginas de insuperable gloria se escribieron allí. El más eminente general de Napoleón fue derrotado. Haití es producto neto del colonialismo y el imperialismo, de más de un siglo de empleo de sus recursos humanos en los trabajos más duros, de las intervenciones militares y la extracción de sus riquezas.
Este olvido histórico no sería tan grave como el hecho real de que Haití constituye una vergüenza de nuestra época, en un mundo donde prevalece la explotación y el saqueo de la inmensa mayoría de los habitantes del planeta.
Miles de millones de personas en América Latina, África y Asia sufren de carencias similares, aunque tal vez no todas en una proporción tan alta como Haití.
Situaciones como la de ese país no debieran existir en ningún lugar de la Tierra, donde abundan decenas de miles de ciudades y poblados en condiciones similares y a veces peores, en virtud de un orden económico y político internacional injusto impuesto al mundo. A la población mundial no la amenazan únicamente catástrofes naturales como la de Haití, que es sólo una pálida sombra de lo que puede ocurrir en el planeta con el cambio climático, que fue realmente objeto de burla, escarnio y engaño en Copenhague.
Es justo expresar a todos los países e instituciones que han perdido algunos ciudadanos o miembros con motivo de la catástrofe natural en Haití: no dudamos que realizarán en este instante el mayor esfuerzo por salvar vidas humanas y aliviar el dolor de ese sufrido pueblo. No podemos culparlos del fenómeno natural que ha tenido lugar allí, aunque estemos en desacuerdo con la política seguida con Haití.
No puedo dejar de expresar la opinión de que es hora ya de buscar soluciones reales y verdaderas para ese hermano pueblo.
En el campo de la salud y otras áreas, Cuba, a pesar de ser un país pobre y bloqueado, desde hace años viene cooperando con el pueblo haitiano. Alrededor de 400 médicos y especialistas de la salud prestan cooperación gratuita al pueblo haitiano. En 227 de las 337 comunas del país laboran todos los días nuestros médicos. Por otro lado, no menos de 400 jóvenes haitianos se han formado como médicos en nuestra Patria. Trabajarán ahora con el refuerzo que viajó ayer para salvar vidas en esta crítica situación. Pueden movilizarse, por lo tanto, sin especial esfuerzo, hasta mil médicos y especialistas de la salud que ya están casi todos allí y dispuestos a cooperar con cualquier otro Estado que desee salvar vidas haitianas y rehabilitar heridos.
Otro elevado número de jóvenes haitianos cursan esos estudios de medicina en Cuba.
También cooperamos con el pueblo haitiano en otras esferas que están a nuestro alcance. No habrá, sin embargo, ninguna otra forma de cooperación digna de calificarse así, que la de luchar en el campo de las ideas y la acción política para poner fin a la tragedia sin límite que sufren un gran número de naciones como Haití.
La jefa de nuestra brigada médica informó: “la situación es difícil, pero hemos comenzado ya a salvar vidas”. Lo hizo a través de un escueto mensaje horas después de su llegada ayer a Puerto Príncipe con refuerzos médicos adicionales.
Tarde en la noche comunicó que los médicos cubanos y los haitianos graduados de la ELAM se estaban desplegando en el país. Habían atendido ya en Puerto Príncipe más de mil pacientes, poniendo a funcionar con urgencia un hospital que no había colapsado y utilizando casas de campaña donde era necesario. Se preparaban para instalar rápidamente otros centros de atención urgente.
¡Sentimos un sano orgullo por la cooperación que, en estos instantes trágicos, los médicos cubanos y los jóvenes médicos haitianos formados en Cuba están prestando a sus hermanos de Haití!"
Fidel Castro Ruz – En “Reflexiones de Fidel” - Enero 14 de 2010
viernes, 15 de enero de 2010
SIMILITUDES PRIMARIAS
Similitudes primarias I
2 imágenes intervenidas: "El descendimiento" (de Rafael) y
Tapa del diario Clarín del 21 de diciembre de 2001 (de Gustavo Correa)
Similitudes primarias II
Foto en Plaza de Mayo-20 de diciembre de 2001
de Gustavo Correa, intervenida con colores primarios-acrílico
Similitudes primarias II
estampa sobre lona-tela-jean
estampa sobre lona-tela-jean
SOBRE HAITÍ I
La maldición blanca
Los esclavos negros de Haití propinaron tremenda paliza al ejército de Napoleón Bonaparte; y en 1804 la bandera de los libres se alzó sobre las ruinas.
Pero Haití fue, desde el pique, un país arrasado. En los altares de las plantaciones francesas de azúcar se habían inmolado tierras y brazos, y las calamidades de la guerra habían exterminado a la tercera parte de la población.
El nacimiento de la independencia y la muerte de la esclavitud, hazañas negras, fueron humillaciones imperdonables para los blancos dueños del mundo.
Dieciocho generales de Napoleón habían sido enterrados en la isla rebelde. La nueva nación, parida en sangre, nació condenada al bloqueo y a la soledad: nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.
Por haber sido infiel al amo colonial, Haití fue obligada a pagar a Francia una indemnización gigantesca. Esa expiación del pecado de la dignidad, que estuvo pagando durante cerca de un siglo y medio, fue el precio que Francia le impuso para su reconocimiento diplomático.
Nadie más la reconoció. Tampoco la Gran Colombia de Simón Bolívar, aunque él le debía todo. Barcos, armas y soldados le había dado Haití, con la sola condición de que liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Después, cuando Bolívar triunfó en su guerra de independencia, se negó a invitar a Haití al congreso de las nuevas naciones americanas.
Haití siguió siendo la leprosa de las Américas.
Thomas Jefferson había advertido, desde el principio, que había que confinar la peste en esa isla, porque de allí provenía el mal ejemplo.
La peste, el mal ejemplo: desobediencia, caos, violencia. En Carolina del Sur, la ley permitía encarcelar a cualquier marinero negro, mientras su barco estuviera en puerto, por el riesgo de que pudiera contagiar la fiebre antiesclavista que amenazaba a todas las Américas. En Brasil, esa fiebre se llamaba haitianismo.
Espejos – Eduardo Galeano
jueves, 14 de enero de 2010
“La memoria perdida”
”Siempre es tiempo para no ser cómplices”
Pablo Renzi, Manifiesto de Tucumán Arde
El 8 de octubre de 1984, un “GRUPO DE TAREAS”, o patota paramilitar de la anterior dictadura, efectivizó el robo de los Tribunales Provinciales de la ciudad de Rosario. De allí se llevaron las identidades verdaderas de los integrantes del Servicio de Inteligencia del Comando del Segundo Cuerpo de Ejército que habían participado del terrorismo de estado y más de cien balances de otras tantas empresas que contribuyeron económicamente al genocidio en la zona del litoral argentino. El robo se hizo en plena democracia y a los pocos días de haberse presentado el informe de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas. La policía no estaba protegiendo la zona de Tribunales y Feced que, debía estar preso, paseaba por la región como en sus mejores tiempos.
Nunca hubo justicia, ni memoria. Quedan sin identidad personas de alrededor de 30 años a quienes les debemos su verdadera historia: son los niños nacidos en cautiverio, y/ o secuestrados, cambiados de nombre y apellido y dados en adopción rápidamente para que no queden huellas de lo sucedido…
En una entrevista mantenida con la revista argentina Noticias el 23 de febrero de 1992, el general Benito Reynaldo Bignone, último presidente militar, confirmó las declaraciones de las fuerzas armadas según las cuales los archivos se habían destruido mientras él ocupó el poder, pues consideraban que la Ley de Pacificación, o Ley de Autoamnistía, había hecho "borrón y cuenta nueva", por lo que los archivos habían quedado "sin efecto"…
En Argentina, hoy, son los funcionarios de la democracia los que se llevan a casa, o alteran o destruyen información. No lo hacen por ingenuidad o desconocimiento, no son inocentes. Saben que la confección y clasificación de la documentación de la administración pública es clave para reconstruir procesos históricos, para rectificar hechos y construir opinión pública y memoria.
¿Por qué es poca, deficiente, insuficiente cuando no nula la documentación en todos los niveles, nacional, provincial y municipal? Todos los secretarios, subsecretarios, chíquitisecretarios (como diría María Elena Walsh) opinan, dicen y se desdicen: que “esto es lo mejor”, que “hasta acá llega el presupuesto”, que “pocos archivos se descubrieron de la dictadura”. Lo cierto es que descansan en la Ley 15930, del año 1961, que crea y regula el Archivo General de la Nación, pero fundamentalmente se amparan en los DECRETOS de la dictadura militar de esa ley (232/79 y 1571/81) para el descarte y la destrucción de archivos, en vigencia hasta la fecha.
La clase política construye así la desmemoria colectiva. Igual que el último dictador, hace “borrón y cuenta nueva”, para que la cuenta nueva sea una historia oficial, blanqueada, sin verdad y sin justicia, al servicio de la pequeña minoría poderosa y dominante.
No necesita que las ratas se coman los papeles, aunque pueden ayudar, tanto como los medios de difusión (en poder de pocas manos…aliadas). El recorte que se realiza sobre los hechos es manipulado a piaccere, todo bajo la ley, claro, todo en regla.
Los que trabajamos por la memoria tenemos mucho por hacer, por aprender, por enseñar: ejercer nuestros derechos de reclamar y peticionar ante las autoridades, de acceder a la información y difundirla, de expresar libremente nuestras ideas y publicarlas sin censura previa, de rescatar los olvidos, de recuperar lo perdido por muchos, de organizarnos, de graffitar los muros, de exigir justicia y mientras no la haya apelar a métodos conocidos como el escrache o nuevos, por inventar. La construcción colectiva de la memoria es tarea diaria.
"Cuando se dictó la Ley de Pacificación, luego llamada de Autoamnistía, se especificaba que todos los antecedentes de los beneficiados quedarían sin efecto y por eso se incineraron. No creo que hubieran podido aportar algo nuevo, por eso dictamos la ley como un intento de hacer borrón y cuenta nueva".
Comentario de Benito R. Bignone.
El cronista del siglo XVI Fray Pedro de Landa expresa en su Relación de las cosas del Yucatán:
“Hallamos gran número de estos libros, y porque no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos”...
M. D. (para Museología-2008)
Notas que dialogan:
I) DEL OLVIDO Y DE LA MEMORIA
Primer Encuentro Iberoamericano
“CULTURA Y DESARROLLO: RETOS Y ESTRATEGIAS”
La Habana, Cuba. 19 al 23 de noviembre de 1995
Autor: Rubén Naranjo
La definición de cultura nos remite a las realizaciones del hombre, al mundo por él creado, tanto en las concreciones materiales como en las especulaciones intelectuales. Así, el lenguaje, el arte, el derecho, la economía, la religión, la política, son algunas de sus expresiones. Todas ellas se articulan en los distintos momentos históricos y se perciben como una unidad dialéctica de acuerdos y confrontaciones pero no gravitan de igual manera porque las sociedades tienen diversas aspiraciones y como consecuencia de ello, algunas de aquellas expresiones se evidencian, circunstancialmente, más que otras.
El culto a la belleza devino en la acabada manifestación artística de la Grecia Clásica, la profunda religiosidad del Medioevo justificó el anónimo trabajo donado durante años y décadas para levantar las impresionantes catedrales de ese período; los interrogantes del siglo XV alumbraron un renacimiento que ubicó al hombre en el centro de todos los acontecimientos y le permitió conquistas insospechadas.
El siglo XX se presenta como el de los mayores logros materiales porque los recursos tecnológicos que lo caracterizan posibilitaron la concreción de proyectos muy ambiciosos que transformaron los procesos de producción y modificaron profundamente las relaciones económicas existentes. A muy pocos años de terminar el segundo milenio, la economía aparece como la gran protagonista porque por imperio de sus exigencias la dirigencia política asume peligrosos comportamientos y los variados efectos que originan las actividades específicas afectan la situación de millones de personas -más allá de la economía- comprometiéndose la misma existencia física. No han sido ajenas a sus postulaciones las guerras mundiales y la conformación de movimientos tan autoritarios como el nazismo -máxima aberración del capitalismo- responsable del mayor genocidio de la historia. Los pronunciamientos de la economía involucran a todos los individuos, por supuesto, de manera dispar. Por una parte se consagra a una reducida élite como titular de todos los bienes y por otra se condena a mayoritarios sectores sociales a integrar bolsones de pobreza en los que se verifican condiciones de vida inhumana. Como no obstante esta dolorosa realidad, en sofisticados centros de poder, se sostiene que existe un sostenido desarrollo económico, es posible afirmar que tal desarrollo es incompatible con el pleno ejercicio de los derechos sociales. Las violaciones que produce son de tal magnitud que en los foros internacionales realizados en los últimos años se produjeron pronunciamientos muy severos. En la “Cumbre de la Tierra” (Brasil, 1992) se expresó que todo desarrollo debía tener a la justicia social como objetivo y reconocer que el respeto por la naturaleza y la eficacia de la economía no podían ser enunciados como un fin en sí mismo. En la “Cumbre de Copenhague” de marzo de 1995 se denunció la tremenda pobreza existente, siendo Fidel Castro quien más enfatizó la cuestión:
“En un mundo donde el caos y la anarquía reinan bajo las ciegas leyes del mercado no puede haber desarrollo social. Es mentira, todo engaño (...) Que haya pobres en los países desarrollados es sencillamente una vergüenza; que no se pueda reducir el desempleo y que éste crezca con los avatares tecnológicos es una prueba de lo irracional del sistema imperante”.
En América Latina, adscripta a los postulados del mundo occidental, desarrollo es sinónimo de desempleo, desocupación, miseria y marginalidad. En conjunto conforman el fenómeno de exclusión social masivo que caracteriza su presente.
Las represiones
La exclusión ofende, humilla, degrada. Convierte al hombre en una sombra sin piel. Y lo avergüenza porque es condenado a deambular con los ojos sin luces, con los pasos quebrados, recayendo sobre él toda la legislación represiva de las sociedades construidas sobre el privilegio de muy pocos y las privaciones de la mayorías. Los programas económicos actuales conducen a la desesperación de las personas, camino que lleva al aniquilamiento, a la desaparición física. Ahora apelando a tácticas distintas a las que hace pocos años pusieron en práctica los gobiernos totalitarios del continente, también para imponer pautas económicas de contenido antipopular. La represión que se instrumentó, principalmente en las décadas de los ´60 y ´70, por parte de los militares y civiles que destituyeron a gobiernos constitucionales, estuvo destinada a liquidar los intentos de resistencia que fueron organizados en los pueblos para enfrentar las políticas impulsadas por los usurpadores. Los integrantes de los cuerpos legales y paralegales (militares y policías) no reconocieron límites en las acciones que emprendieron y como consecuencia de la violencia ejercida contra hombres, mujeres y niños, se sembró de cadáveres todo el continente. En la República Argentina se cometieron secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones de personas -adultos y niños- durante el período correspondiente a la última dictadura militar (1976-1983) con la total impunidad que otorgaba la imposición de una estructura jurídica convalidante del accionar faccioso de las bandas asesinas y también el silencio cómplice de sujetos sociales directamente vinculados a los intereses del poder político que se desempeñaban en espacios expectantes: medios intelectuales, empresariales y religiosos. Las víctimas no pudieron apelar a ninguna de las instituciones existentes para reclamar contra los atropellos sufridos porque los partidos políticos, los sindicatos, las cámaras empresarias, las asociaciones profesionales, la iglesia argentina, guardaron total mutismo. Fueron las propias víctimas, sus familiares, sus amigos, quienes reclamaron ante los genocidas. Así surgieron los distintos organismos defensores de los Derechos Humanos. Madres de Plaza de Mayo adquiere presencia emblemática en la desigual lucha entablada entre el poder y los atormentados, cuyos reclamos nadie atendía.
APARICIÓN CON VIDA Y CASTIGO A LOS CULPABLES
Fue la consigna acuñada en los años de terror. Aún tiene vigencia porque la restringida democracia actualmente existente en el país no solamente no investigó lo ocurrido durante los “años de plomo” sino que sus responsables fueron eximidos de pagar sus crímenes merced a la aplicación de las leyes de “punto final” y de “obediencia debida” sancionadas por el Parlamento y el posterior indulto decretado por el presidente Menem. Cientos de los integrantes de los llamados “grupos de tareas”, es decir, los individuos que secuestraron, torturaron, violaron y mataron, fueron reincorporados a la sociedad sin haber respondido por las atrocidades cometidas. De éstas, es posible considerar a la desaparición de personas como la más inhumana y perversa porque su efecto permanece intacto a través del tiempo y determina para los familiares de las víctimas y los círculos en los cuales desarrollaron sus tareas sociales y políticas el mantenimiento de un estado de angustia imposible de ser saldado. Hombres, mujeres y niños, arrebatados de sus hogares, de sus lugares de trabajo, de sus ámbitos de estudios, fueron condenados a vivir sin vida y a morir sin muerte. No están en el hoy, no forman parte de los avatares cotidianos pero tampoco es posible congelarlos en el pasado, dejarlos atrás, evocarlos, como si sus historias hubiesen concluido. (1). Las desapariciones llevadas a cabo en varios países del continente -Brasil, Guatemala, Nicaragua, Chile, entre otros- tuvo en los militares argentinos a los ejecutores que aplicaron con mayor celo este método instrumentado por los nazis. En efecto, como Hitler entendía que fusilar a los resistentes franceses que enfrentaban a las tropas de ocupación era convertir a los combatientes -maquis- en mártires, dispuso trasladarlos “al amparo de la noche” y posteriormente hacerlos desaparecer. El decreto Nach und Nebel (Noche y niebla) cuya aplicación correspondió al Jefe del Supremo Comando Alemán, mariscal Wilhelm Keital, en una directiva de febrero de 1942 establece: “... Los prisioneros deben ser llevados secretamente a Alemania (...) Estas medidas tendrán un efecto intimidatorio, porque (a) los prisioneros se desvanecerán sin dejar rastros; (b) no podrá darse información alguna respecto a su paradero o su suerte”. El mismo Keite (condenado en el juicio de Nuremberg y ahorcado el 16-10-46) decía en otra directiva: “Una intimidación efectiva sólo puede ser lograda con la pena máxima o con medidas mediante las cuales los familiares del criminal y la población en su conjunto desconozcan la suerte que ha corrido” (2). No sólo la denominación de “criminal” otorgada a los resistentes es adoptada por la represión en América del Sur, Centro y del Caribe para designar a las personas que enfrentaron a los regímenes autoritarios sino que también se cumplió con la metodología pergeñada por los nazis. Las atrocidades cometidas por éstos fueron tan monstruosas -campos de exterminio, cámaras de gas- que la desaparición de personas quedó eclipsada, pero en los países latinoamericanos esta siniestra forma de tormento fue aplicada salvajemente. En la República Argentina aún se reclama por el destino de treinta mil desaparecidos, incluyendo entre éstos a más de quinientos niños cuyos trágicos destinos fueron la muerte, la venta y la apropiación por parte de los mismos represores. La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo se constituyó en 1977 y desde entonces se ha enfrentado con todos los poderes del Estado para localizar los niños secuestrados junto a sus madres y a los nacidos en cautiverio. La lucha para lograr la restitución a sus familias biológicas ha sido -y es- heroica porque en tiempos de la dictadura militar se negaba toda colaboración y habilitada la raquítica democracia actual, los intereses de la conducción política del país están más próximos a los de los apropiadores que a los de las víctimas. La justicia ha trabado de todas las formas posibles la restitución de los niños, no obstante fueron localizados cincuenta y cinco de ellos. (3) Entre los anhelos de las Abuelas para encontrar a sus nietos y el manifiesto desinterés del Estado para favorecer los encuentros, se inscribe la gesta de estas valerosas mujeres quienes, además de reclamar permanentemente por sus derechos, impulsaron la creación de un centro científico que permitiese la efectiva identificación de los menores. Así, se habilitó en 1984, el Banco Genético Nacional -único en el mundo- que hace posible determinar la filiación de los niños desaparecidos mediante la realización de complejas pruebas de polimorfismo genético (ADN) y de histocompatibilidad (HLA) (4). Las tareas que desarrollan las Abuelas ennoblece la condición humana porque no obstante las tremendas dificultades que deben superar, no saben de claudicaciones. Obstinadamente persisten en la búsqueda de los niños desaparecidos. Estela Barnes de Carlotto, actual presidenta de la Asociación, dice: “... si un grupo de abuelas, con mucho amor y dolor, sin poder económico ni político, hemos podido reparar en algo el agravio infligido a nuestros nietos, que refleja también el agravio a la niñez en gral., ¡qué no podrían revertir el destino de tantos niños sufrientes los poderes del Estado, la política, el Parlamento, la Justicia, los poderes del Hombre (que alguna vez fue niño)! (5)
El Olvido y la Memoria
Pese a los doce años de vida constitucional es posible afirmar que desde los más relevantes lugares políticos se instrumentaron estrategias para ocultar el pasado. No solamente se anularon las responsabilidades de los asesinos si no que no se instaló en la sociedad la necesidad de investigar los acontecimientos que enlutaron al pueblo argentino.
De aquellos apocalípticos años subsistieron múltiples huellas, rasgos inconfundibles de las atrocidades cometidas: testimonios de las víctimas; testigos de procedimientos; declaraciones de detenidos liberados; cartas y notas de hombres y mujeres cautivos -aún desaparecidos- que pudieron enviar, eludiendo los controles represivos, en las que relatan los tormentos sufridos y describen los centros clandestinos de detención, posteriormente reconocidos (6); identificación de muchos de los represores, declaraciones de los llamados “arrepentidos”. Pero estas manifestaciones probatorias del horror impuesto a la sociedad no fueron ofrecidas como argumentos irrefutables del oprobio vivido, sino por el contrario, fueron utilizados para mantener vigente el miedo del pasado y así se creó un escudo de silencio que, poco a poco, desdibujó el perfil de la tragedia. En otras palabras, se fue construyendo el olvido. Desde su espacio específico se apeló a la necesidad de superar lo acontecido, a disculpar los excesos, a perdonar las afrentas y a mirar el futuro como si el espanto no haya desgarrado el cuerpo social. La permanente descalificación de las víctimas, la impunidad de los victimarios y el reconocimiento de muchos de estos mediante promociones en los distintos ámbitos de pertenencia: fuerzas armadas, justicia, iglesia, partidos políticos, fueron los recursos con los cuales el olvido ingresa en la sociedad con la pretensión de desconocer las luchas del pueblo para conquistar un mundo más justo. El olvido es una estrategia instrumentada por los dueños del poder para no responder por sus crímenes. Sus personeros tienen que inventar discursos y acciones destinadas a borrar las huellas de los delitos en los que incurren para mantener su hegemonía. Las víctimas no deben recurrir a ningún pretexto: recuerdan siempre. La mano levantada contra el pueblo permanece inalterable en la memoria de quienes sufrieron las consecuencias de sus golpes y por ello -aún en desiguales circunstancias- no cejan en sus reclamos y exigencias de justicia. ¿Pudieron los militares haber imaginado que un puñado de mujeres los hayan enfrentado y muchos años después de haberse iniciado la cacería humana que organizaron, les sigan pidiendo cuentas por los crímenes cometidos? El 5 y 6 de octubre de 1995, se realizó el XXXI Encuentro Nacional de Madres de Plaza de Mayo. En el documento final denominado “Llamamiento a los jóvenes”, dicen: “...Les decimos que no abandonen la lucha, que el OTRO es uno mismo, que no negocien, que la utopía no ha muerto, que las fantasías, las esperanzas, los sueños están en cada lucha. EL HOMBRE NUEVO con que soñaban nuestros hijos es el que jamás aceptaría la impunidad, la tortura, la muerte, la corrupción; EL HOMBRE NUEVO que ayudamos a formar las madres, tiene que vivir en absoluta libertad, sin miedo y esencialmente, con AMOR. Porque hace 18 años que marchamos por la Vida con voluntad combativa reivindicando a nuestros 30.000 hijos, tenemos en ustedes la esperanza que esta lucha no se pierde porque no será abandonada. Son la semilla que brota con fuerza de planta nueva que dará sus frutos y el país soñado será realidad”. Las Madres y Abuelas ocuparon la Plaza de Mayo hace casi décadas. Otros organismos de Derechos Humanos también participaron -y participan- desde entonces del enfrentamiento con el Estado para obtener las sanciones que merecen los genocidas. (7). Los hijos de los desaparecidos suman sus voces a los reclamos. Se constituyeron como entidad y el 30 de abril de este año publicaron una “Carta abierta a la Sociedad Argentina”. Dicen: “ ...Cuántas escuelas llenarían con los hijos de los asesinados, los desaparecidos...? ¿Cuántos miles debieron crecer lejos de su tierra?. Durante años crecieron sin sus padres. Huyendo de un lugar a otro sin hogar. Sin hablar. (...) Esta historia es nuestra historia. Nosotros somos sus hijos. Hemos crecido. Hoy estamos juntos no sólo para preguntar sino también para hablar y exigir. Esta sociedad es hija del silencio y el terror y se pretende tender un manto de olvido sobre la historia de nuestro país. Nosotros no somos partícipes de ese muro de silencio: queremos quebrarlo. (...) Sabemos quiénes son nuestros padres. Exigimos saber: qué pasó con ellos? dónde están? dónde están nuestros hermanos, los que se llevaron, los que nacieron en cautiverio y nunca más encontramos? quiénes dieron las órdenes? quiénes las ejecutaron? quiénes son los responsables del genocidio? ...”
H.I.J.O.S. (Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio) es el nombre que eligieron para decir al mundo que la lucha no ha cesado, que la Memoria construye su morada todas las horas, todos los días, permanentemente. Ella conserva, con mucho celo, las pequeñas y grandes epopeyas populares. Es como un espejo roto cuyos trozos han sido unidos y permiten ver la realidad fragmentada en múltiples cristales luminosos -la lucha de los hombres- y, simultáneamente, también ver sus bordes como breves canales que dibuja la irregular trama de los tiempos -las cicatrices de los hombres-.La Memoria es la compañera inseparable de los marginados, los perseguidos, los proscritos, quienes pese a las impías e implacables leyes de la economía capitalista, prevalecen sobre todas las circunstancias desfavorables para afirmar el valor de la lucha y la vigencia de las utopías. En la memoria colectiva de los pueblos que pelean por su dignidad, viven plenos de sol, quienes combaten más allá de la esperanza -como lo requería Sandro Pertini- y en esa pelea se enhebra el pasado y el presente. Como un río caudaloso, incontenible, la Memoria invade el estéril territorio del olvido, que retrocede entre el embate de los justos. Ayer fueron las Abuelas, las Madres, hoy son los hijos. Siempre es el pueblo.
NOTAS
(1) Hace un par de meses, el padre de un joven secuestrado en 1978 me decía que no se podía mudar de casa, pese a las pésimas condiciones en la que se encontraba, porque “si Tito vuelve y no nos encuentra, lo perdemos para siempre”.
(2) Amnistía Internacional. Desapariciones. Editorial Fundamento, Madrid, 1983.
(3) De los 55 niños identificados, 28 fueron restituidos a sus familias biológicas, 13 permanecen, con acuerdo de sus abuelos, con las familias sustitutas, por desconocer éstas el origen de los niños y haber aceptado la identidad de los menores. En 7 casos tienen aún las causas jurídicas sin resolver.
II) La memoria perdida:
Archivos, desidia y falta de información
Entre funcionarios que al terminar su período se llevan los papeles y aquellos que la destruyen por considerarla poco importante, la calidad de la documentación en nuestro país sigue siendo mala.
Por Laura Zommer
(Para La Nación- Domingo 28 de octubre de 2007)
Si tienen que hacer ciertas cosas, háganlas rápido y vuelvan lo antes posible a la normalidad." Las palabras de Henry Kissinger al interventor militar en la Cancillería argentina, César Guzzetti, dos meses y medio después del golpe del 24 de marzo de 1976, quedaron registradas en un memo de aquella reunión -uno de los cerca de 70 mil documentos de la CIA y de los departamentos de Estado y de Defensa norteamericanos sobre la represión de las dictaduras del Cono Sur que ha logrado desclasificar el National Security Archives (NSA)- que hoy prueba de manera categórica que el gobierno de los Estados Unidos siempre estuvo al tanto de la represión ilegal en la Argentina.
Además de servir para reescribir la historia oficial, la documentación obtenida -haciendo uso de la Freedom of Information Act (FOIA), la ley de acceso a la información de ese país- fue fundamental para esclarecer el destino de una docena de desaparecidos en la Argentina, cuyas familias venían peregrinando vanamente en busca de información desde hacía varios años.
Sólo con este ejemplo, uno de los miles que han ocurrido en el mundo gracias a la desclasificación de información oficial, uno entiende que la confección y conservación de documentos de la administración pública no es un mero capricho de archiveros aburridos o funcionarios fanáticos por juntar papeles, sino que puede ser clave para reconstruir o rectificar procesos históricos y para rescatar del dolor de la incertidumbre a familias enteras. La gran Historia y la pequeña historia individual coinciden en este punto.
En Argentina, sin embargo, entre funcionarios que al terminar su período se llevan los papeles a casa, otros que alteran la información de sus computadoras para no dejársela a los sucersores y algunos que por ignorancia destruyen documentos que consideran poco importantes, la calidad de la documentación en nuestro país -en los niveles nacional, provincial y municipal-todavía es mala.
Según quién sea el interlocutor, por supuesto, el diagnóstico será más o menos grave.
Pedro Victorio Bevilacqua, subdirector del Archivo General de la Nación, repite la misma frase que ya crispó a sus jefes hace algún tiempo: "Estar en el Archivo es estar sentado sobre una montaña de oro. Pero, nos dan dos chapas de cartón y nos dicen: "Tápenlo".
Pero Marta Oyhanarte desafía: "Este es el período de la historia argentina en el que más se trabajó y avanzó a nivel nacional en estos temas de acceso a la información. Desafío a cualquiera a que me pruebe lo contrario". Sin embargo, la titular de la Subsecretaría para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia, el organismo que debe hacer cumplir el Decreto 1172 de diciembre de 2003 -que prevé un reglamento para acceder a información de la administración central-, reconoce que falta mucho y que "hay aún carencias y, una de ellas, es la cuestión del registro, la organización de la información oficial y su archivo".
Aunque más crítico, Bevilacqua, el hombre que custodia un tesoro en donde hay desde fotos de la vida cotidiana en la época colonial hasta decretos recientemente firmados por Kirchner, también reconoce avances: el aumento previsto en el presupuesto 2008 permitiría digitalizar la documentación hasta 1939. Pero, claro, aun cuando el Archivo pudiera cumplir con su trabajo como se debe, si la información no se produce o no se envía para su guarda, probablemente se avance poco.
Empezar de cero
Los archivos de los ministerios y demás organismos del Estado son lugares singulares. En ellos suelen convivir funcionarios entrenados, celosos y comprometidos en la guarda de la documentación, que muchas veces se enfrentan con los funcionarios políticos de turno en pos de la conservación de ciertos documentos, y agentes estatales castigados por alguna razón y relegados a pasar sus días apilando o clasificando papeles a los que dan poca importancia.
Y a veces hay intencionalidad. "Muchísimos funcionarios se llevan la información cuando terminan su gestión porque creen que les pertenece", advierte Roberto Saba, director ejecutivo de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC). Varios funcionarios de gestiones anteriores y actuales lo confirman en off de record , igual que dos jueces federales porteños. "Decenas de funcionarios relatan que llegan a sus oficinas al inicio de su gestión y casi no encuentran ninguna información sobre lo que se estaba haciendo hasta ese momento. Bajo esta lógica, las políticas se comienzan desde el principio una y otra vez", agrega Saba.
Los dos magistrados consultados, cuya tarea consiste básicamente en reconstruir hechos recientes de corrupción o tráfico de drogas, confirmaron que, en la práctica judicial, se advierte que muchos funcionarios se llevan los archivos -originales o, a veces, copias- sin tener mayor consciencia de que eso está prohibido. "A veces, los presentan como prueba de defensa", contó uno. Además, mencionaron casos en los que encontraron computadoras reseteadas antes de que se produjera un allanamiento en una repartición estatal o adulteraciones de documentación gracias a la tecnología.
La ignorancia también hace lo suyo. Es bien conocido que fueron pocos los archivos de la dictadura argentina que se han descubierto en el país. Uno de ellos fue el de la División de Inteligencia de la Policía de Santa Fe. ¿Qué pasó con él, en plena democracia? Cuando lo abrieron, por ley, decidieron que cada persona se llevara su legajo o el de su familiar desaparecido o asesinado. Algunos, dejaron copias. Otros, ni eso, ya que la ley no lo preveía.
Sin duda, no existe ningún rincón del mundo donde no haya secretos y todo -aun las verdades más incómodas- se haga público. El problema es que, según la mayoría de los especialistas, es poco lo que se ha hecho para avanzar en materia de registro, producción de información y archivo.
De hecho, la Ley 15.930, que crea y regula al Archivo General de la Nación, es de 1961, y los dos decretos reglamentarios de esta norma, que también están vigentes, fueron dictados durante la última dictadura militar: uno fue firmado por Jorge Rafael Videla y Albano Harguindeguy y, el más reciente, por Roberto Eduardo Viola y Tomás Liendo.
Esos decretos reglamentarios dictados durante gobiernos de facto prevén el descarte de documentos y la destrucción de archivos administrativos y documentación pública "que no merezcan ser conservados". ¿Quién decidía entonces qué se guardaba y qué no? Y ahora, ¿quién lo hace y con qué criterios? ¿Quién le indica a cada uno de los funcionarios de la Argentina qué información debe registrar o mandar al Archivo para conservar y cuál no?
Es más, ¿por qué, si pasaron casi 24 años desde la restauración democrática, nunca se dictó una nueva ley de archivos? ¿Cómo se explica que el Archivo funcione aún en la órbita del Ministerio del Interior? ¿Cómo se prevé conservar en el futuro la información que hoy el Estado genera en diversos programas informáticos que, probablemente, ya no existan cuando alguien quiera consultarlos en algunas décadas?
Una posible respuesta es que nadie -o, para ser justos, sólo unos pocos- presta verdadera atención a este asunto. Por ejemplo, el Decreto 1172/3 estableció un sistema para que todos los funcionarios de cierta jerarquía publiquen en Internet las reuniones que puedan implicar conflictos de intereses. De hecho, en www.mejordemocracia.gov.ar uno puede enterarse de con quién se reunió el Presidente hasta hace tres días atrás. Pero, claro, nunca suele haber información demasiado precisa.
Como ésta, por ejemplo: el diario El País de Madrid publicó el 25 de septiembre último que George W. Bush avisó al ex presidente José María Aznar que estaría en Bagdad en marzo de 2003 con o sin resolución de la ONU y que el jefe de Estado español le pidió apoyo en la opinión pública. La nota, que revela el contenido de una reunión que mantuvieron Bush y Aznar cuatro semanas antes de la invasión de Irak, pudo escribirse gracias a que la información de las reuniones presidenciales se publica periódicamente en los Estados Unidos.
Ratones en la historia
El director del Proyecto del Cono Sur del National Security Archives, Carlos Osorio, que colaboró y colabora con la Justicia argentina a raíz de sus hallazgos, explica cómo trabaja su organización: "Hacemos una tarea de hormiga. Seleccionamos episodios importantes de la historia y formulamos entre 500 y 1000 pedidos sobre un mismo asunto a diversas reparticiones del Estado para reconstruir lo que pasó realmente y, muchas veces, reescribir la historia". Además de averiguar sobre la Guerra de Malvinas y el Plan Cóndor, Osorio y sus compañeros trabajaron con la política de los EE.UU. con Venezuela entre 1990 y 2000, el llamado caso Irán contras y la invasión de Bahía Cochinos, entre otros episodios relevantes de la historia reciente. Los documentos obtenidos pueden consultarse en www.gwu.edu.
"Es extraordinario poder reconstruir episodios desde acá y tristísimo que no pueda hacerse desde el lugar donde ocurrieron", agrega Osorio, que prevé entre sus futuros proyectos solicitar la misma información en los EE.UU. y en la Argentina sobre las medidas que llevaron a la crisis de 2001. ¿Pasará ahora lo mismo que con las decisiones de la dictadura, volveremos a reconstruir desde allá?
En Nueva Zelanda, las cosas, desde hace un tiempo, son diferentes. En el Archivo General del país, que Oyhanarte visitó recientemente junto con el intendente de Morón, Martín Sabbatella, y otros jefes comunales, hay una bóveda similar a la del Banco Central de la República Argentina. Pero en ella, no se atesora dinero sino el Tratado de Waitangi, firmado el 6 de febrero de 1840 entre los maoríes y la Corona Británica y considerado el acta fundacional de Nueva Zelanda. El documento tiene una forma particular y sus bordes llaman la atención por lo irregulares. ¿Cuál es la explicación para ello? Que literalmente lo comieron los ratones y, sólo después de eso, las autoridades neozelandesas tomaron conciencia de que su desidia, ayudada por dientes de varios roedores, estaba comiendo su historia.
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ESCRITOS DE BIDET,
RECUERDO-OLVIDO-DESAPARICIONES
LETRAS DE CARLOS SOLERO
13-La escritura como resistencia
Los momentos extremos, cuando de la supervivencia se trata suelen impulsar actitudes de solidaridad activa. La persistente voluntad de vivir se sobrepone a las terribles circunstancias del encierro, el maltrato y aun de silenciamiento forzado.
La historia, registra múltiples casos de personas que siendo víctimas de la injusticia no se doblegaron.
Vale la pena recordar las cartas que desde la prisión escribía Rosa Luxemburgo, alentando a la lucha social. Al ácrata Bartolomeo Vanzetti comunicándose con los proletarios de todo el orbe divulgando desde su celda principios de emancipación libertaria y dignidad. Los poemas de Miguel Hernández desde las mazmorras del franquismo, con su sensibilidad intacta. A Víctor Frankl concibiendo en un campo de exterminio nazi, prácticas solidarias de resistencia plasmadas luego del horror en su libro El hombre en busca de sentido.
Antonio Gramsci hizo que funcionara su cerebro sin claudicar de sus convicciones en las prisiones del régimen fascista mussoliniano, que juramentó destruirlo, pero no pudo evitar la redacción de sus singulares Cuadernos de la cárcel. Juluis Fucik escribiendo febrilmente El reportaje al pie del patíbulo. El obrero anarquista Pascual Vuotto,durante la década infame, organizando desde su calabozo la campaña por la libertad de los presos de Bragado, el poeta turco Nazim Himett y muchas y muchos otros.
Alekos Panagulis, encerrado por la dictadura de los coroneles griegos escribía con su propia sangre en trozos de papel, versos y proclamas.
Latinoamérica y muchas otras latitudes registran múltiples ejemplos de resistencia de perseguidos políticos y sociales, enfrentando con entereza a sus verdugos.
Mujeres y hombres con firmes principios y propósitos de transformar realidades sombrías aun entre tinieblas.
Todos enarbolando aquello que proclamara Ernst Bloch el principio esperanza, pero no la esperanza como una fútil quimera, sino como impulso hacia la vida desplegada en su magnitud transformadora contra el vacío existencial.
12-Albert Camus, un hombre de nuestro tiempo
Hace medio siglo en un absurdo accidente automovilístico moría Albert Camus. Novelita, filósofo, ensayista social, periodista y dramaturgo.
Uno de los más lúcidos pensadores contemporáneos, novelas como El extranjero o La peste son claras muestras de un humanismo activo y sin dobleces que busca romper con la hipocresía de los dogmas que anestesian la sensibilidad de las sociedades. Y alertan contra los totalitarismos de cualquier especie.
Nacido en Argelia cerca de Constantina, hijo de un argelino muerto en la guerra y una lavandera de origen ibérico, su difícil infancia en la que frecuentaba los muelles y suburbios, no le impidió comprender las injusticias y la necesaria tenacidad para enfrentar la vida.
Las influencias que sobre Camus ejercieron sus vivencias en los sectores populares sometidos al coloniaje francés, además de las lecturas que le proveyó su tío, un carnicero simpatizante de Voltaire y el anarquismo forjaron una personalidad singular con un fuerte talante ético.
Limitado en sus recursos materiales, sus contemporáneos de entonces recuerdan al joven Camus como redactor de publicaciones estudiantiles y ávido lector de la literatura clásica y la filosofía.
Emigró a Francia y tomó contacto con el mundo intelectual, no dudó en sumarse a la resistencia antifascista, enfrentando con coraje la ocupación nazi y la vileza del colaboracionista gobierno de Vichy.
Hay en Albert Camus una clara vocación por comprender la sociedad de su tiempo y el absurdo de la existencia humana. Ensayos como El mito de Sísifo y El hombre rebelde son trabajos insoslayables para una reflexión en profundidad sobre las contradicciones del mundo en que vivimos.
Obras de teatro como Estado de sitio y Calígula son lúcidos alegatos contra el despotismo, también los cuentos de volúmenes como El exilio y el reino.
Los artículos publicados por Camus en el periódico Combat durante la Segunda Guerra Mundial y la post guerra, dan cuenta de la complejidad de las tramas de poder y la imprescindible necesidad de nuestra especie de asumir la resistencia esperanzada y la rebeldía solidaria.
Para no convertirnos según sus propia palabras “Ni en víctimas, ni verdugos”.
11-La negación como una de las bellas artes
En su libro El hombre rebelde Albert Camus afirma que la primera actitud de insumisión contra los sistemas de la injusticia es decir no. No a la manipulación de la voluntad que impone la explotación capitalista y la dominación política del estado y los dogmas instituídos. No al chauvinismo que camufla las ansias de mutua destrucción entre los pueblos. No a las guerras como resolución de las crisis entre los poderosos y sus apropiaciones territoriales.
Tres instancias desesperan y enfurecen a los que ejercen el poder en las sociedades jerárquicas: la deliberación colectiva, asamblearia, la resolución autónoma del colectivo y la puesta en ejecución de las decisiones deliberadas, discutidas y resueltas sin mediaciones tecnoburocráticas. Es por eso que buscan someter y sabotear a toda costa estas experiencias de realización popular.
La cooptación es uno de esos mecanismos, desde la vigencia a nivel global del neoliberalismo este mecanismo se fue diversificando a veces a través de la lisa y llana persecución de los colectivos autogestivos, otras mediante la implementación de ong, que perpetuan las jeraquías y centralizan la toma de decisiones.
La concentración económica y militar cobra cuerpo en las instancias superestructurales.
Jean Paul Sartre, señalaba “que no nos convertimos en lo que somos, sino mediante la negación ítima y radical de lo que han hecho de nosotros”, y esta negación debe ser un acto conciente que implica la autoorganización colectiva, autogestionaria para la abolición de la dominación de macro y micropoderes.
Una negación que no es ex nihilo, sino el rescate de las múltiples experiencias de luchas de las clases subalternas. Una negación que sea impugnación integral del sistema de opresión, para construir sobre las nuevas bases de la solidaridad social una sociedad diferente de seres libremente asociados.
10-Adiós a Claude Lévi Strauss
Ha muerto Lévi Strauss, su partida con un siglo completo de vida a cuestas significa la desaparición física de uno de los grandes del pensamiento y la reflexión en la historia de las ciencias sociales.
Impulsor fundamental de la corriente estructuralista, ensamblador de la reflexión linguística, sociológica, antropológica y filosófica. Sus libros: Estructuras elementales del parentesco, Tristes Trópicos, la maravillosa zaga las mitologías. Bisagra extraordinaria entre la obra de Emile Durkheim, Ferdinand de Saussure , un personalísimo enfoque y una innovadora metodología de trabajo de campo. Originales y polémicos planteos que implican un giro copernicano en los estudios humanísticos.
Reflexivo, contundente en sus críticas al antihumanismo de la alienante sociedad burguesa.
Incitador del respeto a los pueblos originarios y su culturas.
Con Claude Lévi strauss, ha muerto uno de los titanes del pensamiento contemporáneo, al decir del poeta Felipe Aldana uno de los hermanos mayores de nuestra especie.
9-Bibliocaustos
La célebre novela de Ray Bradbury Farenheit 451, da cuenta de modo magistral de un tiempo oprobioso en el cual las autoridades del Estado queman libros y en algunos casos a sus poseedores. Si se quiere esto es el totalitarismo en una expresión superlativa.
Pero en la historia social hubo momentos como estos de la ficción antiutópica de Bradbury muy concretos, nada ficticios.
En Alemania, durante el nazismo se llevó adelante una quema pública de libros en el Bebelplatz en Berlín, el 10 de mayo de 1933. Joyas incomparables de la literatura y el arte universal fueron devoradas por las llamas.
En la Argentina también hubo bibliocaustas, en Córdoba un ignoto coronel procedió a la requisa en librerías, kioscos, bibliotecas públicas y privadas, también en la provincia de Buenos Aires hicieron lo propio, en Santa Fe, atacaron y se apropiaron de la Biblioteca Popular Connstacio C.Vigil y seguramente habrá otros casos que no conocemos.
Recientemente en Rosario un grupo de estudiantes y profesores salvo de la destrucción cientos de volúmenes destinados a la trituradora. Impericia de los funcionarios, resulta dificil de aceptar en una institución educativa pública.
En muchos casos se pretende borrar el pasado, su registro y en otros deliberadamente de eliminar las huellas del pensamiento crítico y creativo, a los pensadores y creativos enviándolos al ostracismo.
Los libros, herramientas de transmisión del saber, el humor, las ideas, expresión de la evolución de la especie humana que a algunos perturba hasta el extremo de motivar los bibliocaustos.
8-De crispaciones y hartazgos
Desde hace varios veces las figuras mediáticas de la Argentina del estado de crispación imperante en la sociedad, del hartazgo de vastos sectores por las crónicas protestas callejeras que parecen no tener fin.
En realidad, es cierto lo del estado de crispación, pero la cuestión es que la agitación social responde a la persistente exclusión social de altos porcentajes de población. Desempleo, precarización y flexibilización de las condiciones de trabajo generan crispación y es elemental que el malestar se exprese sin tapujos.
Ahora bien, las figuras mediáticas que conviven placenteramente junto a autoritarios y demagogos de diversa laya, no soportan que los humillados y ofendidos expresen a viva voz sus demandas.
Cuando los cortadores de calles y rutas son los capitostes de las patronales agrícola ganaderas denominan a esa actitud legítimo derecho al disenso, pero cuando los descontentos son obreros puestos por los capitalistas al borde del abismo como en los casos de Kraft-Terrabussi o los movimientos de desempleados eso lo llaman caos.
Y claman por la inmediata represión,
Por cierto, como se afirma en un célebre Prólogo de 1859 son las condiciones materiales de existencia las que determinan la conciencia individual, el ser social determina la conciencia individual.
La disyuntiva socialismo o barbarie planteada hace décadas por Rosa Luxemburgo mantiene su vigencia.El capitalismo jamás aportará bienestar para las mayorías, no está en su naturaleza y como los alacranes mata para vivir.
Entonces estar a favor de la vida y la libertad implica no observar inermes la realidad, sino pensar y actuar solidarios.
7-El presente y sus desafíos
Una de las imágenes más conmovedoras de las pintadas por Francisco de Goya, posee un sintético contenido, un perro ladrando en el vacío, es posible que el célebre aragonés se sintiera así, ante el fracaso de la insurrección popular y la consolidación de la monarquía absoluta en su tierra ibérica.
La sensación de impotencia ante el vacío existencial, la vacuidad y sin sentido que nos ofrece el sistema imperante, puede hallar reflejo aun en esa pintura de comienzos del siglo XIX.
Pero es posible mediante la coordinación de acciones colectivas y solidarias pensar una resistencia a la mediocridad y el vacío, a la banal meritocracia con que nos chantajean día a día.
Es cada vez más evidente que no existe salvación alguna para individuos aislados.
Las crisis reales y las ficticias, motorizadas desde los macro y micropoderes, para sembrar la destructiva incertidumbre que nos pone en vilo aguardando algo que no alcanzamos a discernir.
Solo son espectros que agitan para perpetuar la dominación, el insano respeto a las jerarquías impuestas.
Es posible vivir de otro modo encontrándonos con otras y otros, hastiados como nosotros, con voluntad transformadora, en la búsqueda de sendas alternativas.
Una pedagogía de la esperanza, como decía Paulo Freire, para recuperar todas las voces y no delegar en los expertos loo que es tarea de todos, la emancipación humana.
6-Flores Magón, la pasión por la libertad
Ricardo Flores Magón representa una de las figuras más emblemáticas de ese complejo proceso social llamado Revolución Mexicana.
Así como Emiliano Zapata y Pancho Villa se enfrentó a la tiranía de Porfirio díaz, pero fue más allá, haciendo manifiestos que llamaban al proletariado de todo el mundo a alzarse contra las injusticias generadas por el capitalismo, aún antes de la Revolución Rusa.
Ricardo Flores Magón, luchó junto a sus hermanos, Enrique y Jesús, con Livrado Rivera, agrupados en el Partido Liberal Mexicano, que a pesar de su nombre era un núcleo de anarquistas inspirados en Bakunin y Kropotkin.
Hijo de familia humilde inició la carrera de abogado que no terminó y en 1893, fue activo en las manifestacionbes estudiantiles en contra de la tercera reelección a la presidencia de México del General Porfirio Díaz, promovió la publicación de un periódico El Demócrata, en el denunció la corrupción judicial y policial.
Regeneración es el nombre del periódico en el que se manifiestan con mayor claridad sus ideas socialistas libertarias. Fundó los periódicos El ahuizote y luego El hijo del ahuizote y El nieto del ahuizote, todos ellos víctimas de la censura estatal.Acompañaba con el cuerpo lo que decía con su pluma.
Los magonistas, promovieron múltiples movimientos huelguísticos de trabajadores como el de Cananea, enarbolaban la bandera roja y negra y se hallaban vinculados a la I Internacional.Las policías de México y EE UU acosaban su accionar persiguiendo a sus militantes.
Ricardo Flores Magón murió en 1922 asesinado a tiros en la celda de una prisión norteamericana mientras a pesar de sus condiciones de encierro continuaba su labor difusora en pro de la libertad de los seres humanos, por un mundo sin fronteras ni opresión.
En estas épocas de travestismo político es importante evocar y reinvidicar a figuras con férreo talante ético y un claro mensaje emancipador.
5-La fría lógica de la autodestrucción
Desde el siglo XIX los apologistas del capitalismo buscan coartadas ideológicas para su afán predatorio, pero los argumentos sobran y no son válidos cuando de la destrucción de las especies se trata.
El Imperio Romano diezmó gran parte de la fauna de África en los juegos y divertimentos de la elite dominante que utilizaba fieras para destruir seres humanos en sus festivales de la muerte en el famoso Coliseo. Además esa sociedad esclavista expandió la sumisión, las guerras y el sufrimiento por gran parte del orbe, las legiones arrasaron personas, barrieron pueblos y culturas, sin piedad al servicio de su poderío irracional.
El sistema capitalista, desde la Revolución Industrial en adelante ha multiplicado los padecimientos de millones de seres, poniendo al servicio de la tasa de ganancia toda su artillería material e ideológica. Ha elaborado doctrinas económicas, políticas y sociológicas que dieran basamento a la expoliación y a la perpetuación del dominio de las mayorías por parte de minorías rapaces.
La última cumbre de la ONU sobre cambio climático, evidenció otra vez que las elites y megacorporaciones que manipulan el mundo, están decididas a continuar destruyendo la biósfera. Las maniobras retóricas no logran encubrir los verdaderos propósitos destructivos que afectan a las diversas formas de vida. Además otra vez, las fuerzas represivas castigaron duramente a quienes en las calles de Copenhague alertaban sobre los reales peligros en ciernes sobre las especies. Al igual que ha ocurrido en los últimos años en las marchas antiglobalización propulsadas por los Movimientos Sociales.
Una vez más es preciso e impostergable que los pueblos multipliquen sus acciones a todos los niveles recordando el aserto de E. Reclús:”El hombre es la naturaleza tomando conciencia de sí misma.”
4-La visibilidad los nadies
Al parecer la única forma que a los desharrapados les preste alguna atención esta sociedad anestesiada es que ocupen en plenitud el espacio público, el centro de la urbe que transita sin querer verlos. Plazas ubicadas frente a las sedes simbólicas de los poderes formales, paseo peatonales o interrumpiendo el tránsito para mostrar la mentira e hipocresía del “normal deselvomiento de las actividades económicas”.
Son miles en la ciudad y el país millones y en el continente cientos de millones.
Y en todos lados se los ignora hasta que estallan, con sus reclamos, sus verdades articuladas como pueden y examinadas luego de muchos días, sesudamente por funcionarios, que algun día, después de las reformas que deforman cada vez más porque nada modifican se expiden diciendo que es imposible.
Los imposibles se remite a responder por : viviendas dignas, educación extendida y con recursos suficientes, acceso pleno a la salud pública.
En todo el continente, para lograr ser vistos los nadie producidos por el capitalismo tienen que desgarrar el velo de la normalidad que nos oprime, nos aplasta y que multiplica miserias y humillaciones.
Es preciso no girar la mirada hacia la nada y el absurdo cotidiano y ver de frente el rostro de la desgracia fabricado y maquinado por los hacedores del malestar general, encerrados en sus intrigas y en edificios inteligentes , climatizados como los palacios de antaño.
3-Nihilismo en el nuevo milenio
En tiempos turbulentos resulta pertinente recordar la setencia del filósofo Walter Benjamín cuando afirmaba que desde los años veinte se instaló el nihilismo como práctica de la política mundial.
En efecto, un breve racconto servirá para comprender el aserto: corporativismo en Portugal con la dictadura de Oliveira Salazar, Fascismo mussoliniano en Italia con Gentile, Ciano y cía; nacionalsocialismo en Austria y Alemania, Hitler Goebbels, Himler, Heiddeger; el stalisnismo y su apogeo y larga agonía en Rusia; el expansionismo japonés, el macartismo en EE UU. Latinoamérica y sus verdugos, tiranuelos y demagogos, teñidos de sangre, lodo, petróleo, estaño, trigo y cobre.
El nihilismo como negación afirmativa de callejones sin salida hacia la nada.
Una “nada” que como lo expresa Jean-Luc Nancy aparece en lo cotidiano como un nihilismo que “consiste en permanecer suspendido entre la destrucción y la extinción, en tender hacia una y otra alternativa y simultáneamente , exponiendo ambas posibilidades sin realizar ninguna.Una u otra pondrían fin al nihilismo, poniendo tal vez fin a la humanidad.”
La destructividad y el despilfarro planificados, para oxigenar al sistema establecido, el capitalismo.
En tanto, la telefónica que produce e incentiva con su dinámica suicidios de sus trabajadores, se limita a las teleconferencias gerenciales, y vaya paradoja a un minuto de cínico silencio.
La carrera armanetista que en sordina que está produciendo en Latinoamérica: Venezuela, Brasil, Colombia, debería alertar acerca de la escalada en ciernes.
Pues sino, lo patológico del nihilismo en política se torna en una “gris normalidad”.
Frente a esto cultivar un esperanzada rebeldía para construir la autodefensa es más que un desafío una necesidad impostergable.
2-Palabras mortales
Con el cinismo que caracteriza a los que a conciencia defienden causas injustas el presidente de EE UU Barack Obama lanzó a los cuatro vientos sus argumentos para continuar las guerras sin fin.
Desde su llegada a la Casa Blanca , el jerarca del Imperio, ha continuado el envío de tropas hacia Afganistán, a sabiendas que los bombardeos afectan principalmente a poblaciones civiles desarmadas, pocos días antes de recibir en Oslo el premio Nobel de la paz ordenó que treinta mil soldados se incorporen a las operaciones bélicas en Asia.
En tanto, decía cosas como que: “en la últimas seis décadas EE UU ha garantizado la paz global” y “que es necesario el derramamiento de sangre para preservar la seguridad”. Argumentos similares esgrimía Adolfo Hitler cuando justificaba la expansión criminal de Alemania para preservar “el espacio” vital, o José Stalin cuando firmó el pacto con Hitler.
La lógica de lanzar pueblos a las guerras y someterlos a sus horrores, ha sido y es la coartada por excelencia de los asesinos seriales de la historia.
Recordemos, la invasión rusa a Hungría en 1956, las múltiples incursiones norteamericanas en Latinoamérica, desde Monroe en adelante, el big stick(gran garrote) de T. Roosevelt, los envíos de tropas a Corea y Vietnam de J.F. Kennedy, el aplastamiento de la Primavera de Praga por las tropas del Pacto de Varsovia, las masacres de Tlatelolco en México, las interminables guerras en Africa, alimentadas desde las metrópolis europeas, EE UU, la ex URSS, China, etc.Las dictaduras latinoamericanas perpetraron genocidios con secuelas aun perennes.
Obama, busca justificar la continuidad del terrorismo de Estado a escala global, diciendo que: “el uso de la fuerza bélica no sólo es necesario, sino moralmente justificable para hallar la paz”. Claro como diría W.Bemjamin, la moral de los opresores.
Alguna vez, el filósofo Herbert Marcuse dijo que quizás la última vez que se combatió por la libertad y la justicia para los pueblos fue en la España revolucionaria de 1936, enfrentando al fascismo. Sabemos que los pueblos siguen luchando por esas causas en muchas latitudes del mundo y que no se doblegarán mansamente sólo para dar sus vidas por los intereses de magnates y opresores. Quizás allí pueda anidar el germen de sociedades que alguna vez archiven el oprobio de estos tiempos oscuros.
1-Reflexiones sobre escritos de W.Benjamin y la pedagogía
En Walter Benjamin como en todo pensador verdaderamente revolucionario encontramos una crítica de la educación burguesa. Esta crítica es una impugnación total a la sociedad capitalista, a su sistemática violencia estatal, por lo tanto al militarismo, garante de la explotación.
Esos principios burgueses camuflan la escisión entre trabajo material e intelectual, propia del sistema capitalista es decir el ocultamiento de la enajenación de los medios de producción de modo violento por parte de una minoría dominante sobre la mayoría productora.
El proceso de alienación en el trabajo, la fetichización de las mercancías y en definitiva el sometimiento de las clases oprimidas y explotadas en el capitalismo.
Benjamin reivindica una educación integral politécnica y no monotécnica, que permita a las personas comprender el universo, la realidad concreta, la dialéctica de la naturaleza y de la sociedad, las contradicciones, los procesos de estancamiento y reacción y los de cambio.
Cambio social que sólo surgirá del protagonismo activo de las clases oprimidas, autoorganizadas, que busquen abolir la explotación y la dominación.
Benjamin elabora a partir de la crítica dialéctica de la realidad social una filosofía de la praxis. Reflexión teórica y acción.
Una pedagogía de la pregunta, orientada hacia la autonomía contrapuesta al adoctrinamiento, de la domesticación.Una pedagogía de la libertad colectiva fundada en una praxis del socialismo libertario.
Carlos A. Solero
Centro de Estudios Sociales Rafael Barrett
Sarmiento 1418- Rosario
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