I)
Un rostro cae a pedazos,
pedazos de algún recuerdo,
escombros de algún pasado
doloroso, doloroso…
Ahora cabalga la muerte
y la muerte son palomas
que andan volando en la mente
como escapando
como escapando de algo…
Las tardes son casi grises
sobre las grises veredas
salpicadas de palomas
que miran dos ojos grises
casi tristes, casi tristes…
Ausentes los ojos solos
miran la nada a lo lejos,
miran profundo, no miran…
cae la tarde hacia adentro.
II)
Parece que no pasa
el tiempo,
rumiante pace,
remolonea allí
donde me amabas,
se aletarga aquí
donde te espero…
La tarde, impresionista
desintegra su paisaje.
Mi ser, apresado
en la seda de su hueco
pone huevos entre ruinas…
El rumiante pace, pasa…
Otro ser
surge sin memoria
uniendo célula con célula
en sí mismo:
Desovilla mi médula…
y emigra.
III)
Entre los yuyos (1)
El hombre
quieto en un punto.
El mundo
gira que gira.
El cemento
se agiganta.
Los misiles
crean tumbas…
Entre los yuyos
hay chicos.
Van y vienen
como hormigas.
Se detienen
en un punto:
En el mundo
algo retumba.
IV)
Entre los yuyos (2)
Sentado
entre los yuyos
sobre hormigas
y hormigueros
que hay dentro
o más abajo
de los yuyos,
el hombre
contempla
dos hojas verdes
cada una
de las cuales
se dibuja
se refleja
en sus estáticos
y extáticos
ojos
de acero verde
y silencio…
Tiemblan
las hojas
frágiles y verdes
los ojos
del hombre
tiemblan
sobre los yuyos
pasan
hormigas
bajo las hojas
llevan a cuestas
ojos
de acero…
Tiembla
en silencio
el universo
todo
y la armonía
circular
encuentra el reino.
V)
La piel
serena y seca
despojada de formas
y de nombres
buscaba la caricia
de la noche…
La piel
humedecida y movediza
encontró sin rostro
respuesta en la noche…
Sólo fue caricia
sin rostro
sin nombre
sin forma
la piel
de la noche
VI)
Paisaje
Sencillo y bello,
linealmente llano
y lejos,
el horizonte
crea un espacio,
permite
lo cercano
y la distancia…
Observa al hombre,
lejos,
de tiempo y pampa,
sencillo y bello,
tejiendo
inexorable
su ya tejido
encuentro.
VII)
Dentro-fuera,
la ronda del amor.
El cerco
es muy frágil:
nos cercan
por dentro
voraces
los miedos,
la inercia,
disfraces,
por fuera
va el tiempo
desafiando
y tragándonos.
Dentro-fuera,
la ronda del amor:
Nosotros:
abrazo
vacío y abierto,
muriendo y naciendo,
brotando
sin final
los dos.
VIII)
En el desconcierto
el hombre
solitario
entre los hombres
se pierde
en la agonía
de este tiempo.
Sólo lo ubica
una brújula
en la nada
y lo acerca
al incierto
concierto
de los hombres,
su esperanza.
IX)
El día
en un círculo roto
se desangra violento
día a día,
en la ventana
que lo enmarca
pacífica,
pasiva…
Pasa el día
verde y amarillo
rojo y lila,
conjugando
el crepúsculo,
confirmando en el cielo
la presencia
de un vuelo
y otra ausencia…
Día a día
en un círculo roto
que se cae amarillo,
que se va
rojo y lila
que se apaga
en el rostro
que lo enmarca,
veloz y vibrante
amanece
otro día.
X)
Cuando ya no pueda crear otro universo…
Cuando ya no pueda crear…
Cuando ya no pueda…
ya no…
cuando muera,
grano de arena en la arena,
otro universo
podrá crearme,
y seré otra,
nueva…
para que pueda crear,
grano de arena en la arena,
hasta que muera.
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